sábado, 12 de marzo de 2011

Honores a los tenis Nuevos

Rumor Verdadero

24 de febrero, día de la bandera, enseña patria, símbolo de nuestra nación, blasón histórico que se honra en esta fecha. Dos eventos importantes tenía agendados nuestro Gobernador, Lic. Miguel Alonso Reyes, en ese viernes de mañana templada, con cálida temperatura al sol, pero un aire cala-huesos a la sombra. 9:45 horas, Incineración y Abanderamiento al tradicional estilo militar en la Plaza del Bicentenario, con la participación de importantes escuelas, y a las 11:00 de la mañana, el Desfile Cívico a cargo de los Jardines de Niños de la ciudad y zona conurbada de Zacatecas, por el Centro Histórico.
Mientras el primer evento se llevaba a cabo, en las principales arterias del centro, la avenida, la Juárez y alrededores, ya hormigueaba la gente buscando un lugar adecuado para ver el desfile. Los agentes de tránsito no permitían estacionarse en ningún lugar y las citadas calles ya estaban cerradas al tráfico. Una moto se pasaba al lugar prohibido, un camión ruta 9 en sentido contrario buscaba enrutarse para sufrir la jornada, cientos de pequeños bien vestidos, acompañados en todo momento por sus mamás (cómo adoro esos desfiles), en busca del sitio adecuado para iniciar la marcha.
 Termina la incineración de banderas, el gober con sus acompañantes, los Secretarios de Educación y Cultura y de Gobierno entre otros, decide hacer el trayecto a pié de la Plaza Bicentenario hasta el Mercado González Ortega, lugar del Presídium. La gente ve de buen gusto ese acercamiento del mandatario estatal con la gente sentada en las banquetas; Alonso Reyes envía salutaciones a todos mientras avanza a paso firme a su punto de cita.
De pronto, nadie sabe de donde, entre los ochocientos representantes de los medios de comunicación que seguían su marcha, a la altura de Telégrafos aparecen un niño y una niña y se acercan al Gobernador con una petición tan rápida como expresa: “Señor, queremos que nos apoye con unos tenis, porque estos que trae mi hermana ya no sirven…” El Lic. Miguel Alejandro observó el calzado maltrecho y desgastado de la niña y sin más le ordenó al Titular de la SEC: “Dales 200 pesos” Los entregó a los niños y siguió su marcha; ya eran casi las once.
Todo continuó según el protocolo. La marcha de Zacatecas a la llegada del Ejecutivo Estatal, el saludo a la bandera que daba inicio al desfile, etc. De pronto, nuevamente, así, rápidos y expresivos, se acercaron nuevamente los mismos niños al presídium del Mercado González Ortega, hasta llegar, nuevamente, junto al gobernador de Zacatecas; mientras los demás hacían el saludo cívico mano al pecho, Alonso Reyes se inclinó a escucharlos. La niña le agradeció por el apoyo recibido y le mostró los tenis que ya había comprado. Se despidieron contentos. La Banda de Estado encabezó la procesión de pequeños en atuendo militar infantil, las madres, como cada año, desfilaban por las banquetas acompañando a sus críos.
Pocos se percataron del suceso. Mucho menos de lo que significó la respuesta de estos niños al apoyo proporcionado por el mandatario estatal. Como los buenos zacatecanos. Los que no piden que les den, sino que les apoyen; y que saben responder, aprovechar el apoyo y no aprovecharse de los apoyos, que los demás sepan que se tienen ganas de salir adelante, sólo basta un empujoncito. Aquellos 200 pesos pudieron tener un fin distinto, pero se les dio el uso para el que fueron solicitados.
Sabemos que las necesidades de la población son muchas y muy diversas; pero en este tipo de respuesta –de buen zacatecano- está el empezar a salir de la coyuntura. Me caíste mejor, Miguel Alejandro. Zacatecas caminará a pasos firmes sobre tenis nuevos.

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