sábado, 12 de marzo de 2011

PEPEGRAMA: presidente... ¿domecq?

“Mi nombre es Jelipón Calderas, soy alcohólico. Al lo menos eso fue lo que manifestó el diputado rijoso Norroña en una manta colorada que plantó en el presidium de la cámara. No lo niego, negarlo es el primer síntoma de la enfermedad, negarlo es bajar al rojillo con roña del estrado y hacer que se meta su manta por el… presupuesto del congreso. Negarlo sería despedir a cualquier periodista que aluda el tema, por muy famosa e importante que sea, aunque se llame Carmen Aristegui (mhh, su nombre suena a coñac francés). Pero ¿por qué no me iba a volver dipsómano consuetudinario?  Si desde hace cuatro años y medio me dijeron que yo iba a gobernar un país, y a las primeras de cambio me salieron con que había un presidente legítimo (yo pensé que era la Casa Domecq combatiendo la piratería de alcoholes); luego quise cambiar leyes y me salieron con que había 628 necios preparados para discutir y discutir y discutir sin aprobar nada; y lo peor, cuando quise levantar el teléfono rojo para decretar un país mejor, me contestó un negrito con nombre de ron de caña o licor de café (Barac O´bahamas o algo así), y me dijo que ni siquiera era mi país, y que no anduviera descolgando ese teléfono de emergencias, que era solamente para que yo recibiera órdenes de él. Así quien no se va a volver alcohólico, te dicen que vas a ser el jefe y terminas siendo chalán de un gringo”.

Que Felipe es un borracho
rumora la caballada
¿Será porque siente gacho
que no ha podido hacer nada?

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