El resfriadito que viene
La economía mexicana, ¿amenazada o dominada?
Hemos estado escuchando,
en esta primera parte de las campañas políticas, tanto de los cuatro
presidenciables, como de muchos suspirantes a curul federal, un gran sinnúmero
de promesas, compromisos y demás, que nos plantean el funcionamiento de un
México perfecto, con leyes equitativas, sin corrupción, inseguridad y otros
males que sabemos nos aquejan y no harán posible algunos de los sueños guajiros
que los aspirantes llevan y traen como brillosos espejitos ante el electorado.
Prometer no empobrece,
cita el dicho mexicano; lo que empobrece, pues, es que dejemos llegar al poder
a quien no está proponiendo cosas factibles, en un escenario real de México con
grandes problemas políticos, económicos, sociales… y los que vienen.
Hay dos considerandos que
no se están teniendo en cuenta en la actual justa política. El primero de
ellos, hablamos de una sucesión presidencial que, según los análisis
estadísticos de opinión llamados encuestas, nos podría llevar a una
alternancia, cuadro que es bien sabido puede tener un costo extra para la administración
nacional, léase dinero del pueblo. Un recambio de todas las estructuras tiene
su costo, como cuando nos cambiamos de casa, la transformación lleva un costo,
por empezar desde cero en algunos factores. La casa que recibimos “no es nueva”
(ya tiene como 202 años) hay que hacer algunas reparaciones de instalaciones
que “el anterior inquilino” dejó para el arrastre, unas por inercias propias
del uso, otras por el rencor de tener que dejar la casa. Todo esto lleva un
costo. El cambio cuesta, y eso no lo están considerando algunos proponentes.
El segundo punto, y quizá
el más amenazante, es que, como ya se dijo, las promesas se hacen basados en
una economía perfecta, pero… ninguno de los candidatos prevé que México se verá
arrastrado por las actuales crisis económicas, tanto de los países del bloque
europeo, como el nuevo “catarrito” que los analistas anuncian que le dará a los
Estados Unidos de Norteamérica para el próximo 2013 (año que según el
calendario maya no existirá).
El país que recibirá el
ganador o la ganadora del proceso electoral de este 2012, será una nación en la
que, antes de empezar a cumplir cualquier compromiso contraído, habrá que tapar
los hoyos que el mismo sistema ha generado a lo largo del tiempo, por la causa
que quieran. Se promete una aceleración económica del 6 %, pero, según los
expertos de la economía mundial, México se verá bien librado si “tan sólo se
mantiene” con 2 o 3 %
Todo esto sin descontar
que el próximo presidente recibirá un país con cada vez menos petróleo, que sabemos
que es la principal divisa a la que echa mano el presupuesto de egresos.
La próxima crisis
económica ya está a la vuelta de la esquina. El premio Nobel de Economía de
2001, Joseph Stiglitz,
advirtió de un amplio número de “accidentes” podrían ocurrirle el
próximo año a la economía estadounidense y limitar su recuperación. Como todos
sabemos, la economía mexicana está muy ligada con la americana (nuestros
principales socios, por no llamarles verdugos).
“Los recortes de la era Bush llegarán a su fin y
tendrían que ser renovados, el techo de la deuda tendrá que ser extendido
nuevamente en agosto, el recorte al impuesto a la nómina terminará y los
recortes automáticos al gasto deberán efectuarse; y todos estos ajustes tienen
que ocurrir de aquí a diciembre, en medio de una elección”, expuso Stiglitz. No olvidemos que también allende
las fronteras habrá elecciones, estas en noviembre.
La probabilidad de que ocurra una crisis -más peligrosa y duradera que
la de 2009- a raíz de uno o más de estos temas es muy alta, lo que implicaría
mayores recortes del gasto público limitando la recuperación.
El académico de la Universidad
de Columbia expuso que el crecimiento de la economía estadounidense no es lo suficientemente fuerte para
reducir la tasa de desempleo. El actual ritmo anual con el que se están
generando los puestos –de 150 mil a 200 mil empleos– no son suficientes para
cubrir a la gente que se incorpora a la fuerza laboral, de 120 mil a 150 mil
personas al mes. De hecho, explicó que se han cancelado plazas de trabajo en el
gobierno, en un entorno de creciente austeridad. Stiglitz dijo que existe austeridad a nivel local en Estados Unidos al igual que en Europa.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) por su parte, advierte que las
crisis ocurridas tras la explosión de burbujas inmobiliarias y con un alto
nivel de endeudamiento interno, como la actual, son "más dolorosas y
pueden prolongarse hasta cinco años".
El FMI citó
como ejemplos de países que atraviesan por esta situación a Islandia, Irlanda,
España, Reino Unido y Estados Unidos, durante la presentación de los capítulos
analíticos de su informe sobre "Perspectivas Económicas Mundiales".
Daniel
Leigh, funcionario del organismo y director de uno de los estudios, indicó que
en el caso de Estados Unidos es necesario seguir rebajando el nivel de
endeudamiento de los hogares, porque es un "freno" a la recuperación.
Según el
estudio del Fondo, la consecuencia de este tipo de crisis son niveles de
desempleo y caída de la demanda interna "más pronunciados" que en
otras crisis estudiadas.
Por ello, el
FMI recomienda "ahorrar ingresos fiscales durante las alzas de precios y
aumentar el gasto durante las desaceleraciones para estabilizar la
economía".
Sobre el sistema
financiero de México, el FMI destaca que nuestro país resistió durante la primera oleada de la crisis financiera mundial, sin embargo,
las autoridades mexicanas "deberán mantenerse atentas dado el riesgo de contagio de los shocks mundiales", advirtió.
México fue
"duramente golpeado por la crisis, con una reducción abrupta de la
actividad económica en 2009 y graves tensiones en los mercados
financieros", pero "en términos más generales el sistema reaccionó
positivamente y los efectos de contagio fueron limitados", indicó.
"Sin
embargo, ha habido episodios de tensión internacional en los últimos años y
dadas las importantes vinculaciones de México con la economía mundial y con los
bancos españoles, las autoridades deben seguir de cerca la evolución y
responder de manera rápida a los riesgos internos e internacionales que se
presenten", puntualizó.
Como vemos, la economía
mexicana esta pendiendo de alfileres en este 2012. En estos momentos podría
considerarse irresponsable realizar promesas y compromisos sin considerar que
el futuro económico del mundo no es muy halagüeño.
Hoy por hoy, en estos
tres meses de proselitismo exacerbado, prometer puede empobrecer más de lo que
nos imaginamos.
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