¿Por qué la ansiedad?
Miguel Ángel Romero García
Algunas veces tenemos en nuestro interior
un sentimiento que no podemos explicar. Dudamos, nos sentimos inseguros,
temerosos, sin saber por qué. Esto es ansiedad, una sensación desagradable, que
desde luego a ninguna persona le agrada sentir.
La ansiedad es una
sensación de temor, intranquilidad e inquietud ante una situación que se
aproxima y que al mismo tiempo no tenemos muy claro a que se debe o cual es la
razón exacta que provoca nuestro estado de malestar.
Según la enciclopedia virtual
Wikipedia, la ansiedad (del latín anxietas, 'angustia,
aflicción') es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba:
aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales
o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema
periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos
poco ajustados y escasamente adaptativos
La ansiedad tiene una función muy
importante relacionada con la supervivencia,
junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad.
En la actualidad se estima que un 20.5% o más de la población mundial sufre de
algún trastorno de ansiedad, generalmente sin saberlo.
Pero, a diferencia del
miedo, en este sabemos exactamente a que se debe y lo que nos provoca miedo es
algo inminente y muy claro. Por ejemplo, el ser asaltados, en esa situación
podemos experimentar el miedo concreto de que estamos siendo asaltados.
En cambio en la
ansiedad, no tenemos muy claro a que se debe esta, podemos sentir ansiedad de
saludar a una cierta persona pero no tenemos claro porque tenemos esta
sensación al saludarla, o podemos tener ansiedad por salir de casa y también no
tenemos claro a que se debe esta sensación al salir de casa.
Por lo tanto, la
ansiedad puede sernos de ayuda para conocernos a nosotros mismos, puede
ayudarnos a descubrir algunos aspectos de nosotros que están siendo censurados
por nuestra mente.
Dicho de otra manera,
imaginémonos que nosotros mismos somos una casa, y en esta casa se encuentran
varios cuartos. Ahora mientras podamos entrar a la mayor cantidad de cuartos
posibles, tendremos un mayor espacio para movernos dentro de nuestra casa.
Y así podremos realizar más
actividades, tener mas espacio para utilizar cada cuarto en algo distinto.
Pero mientras más
cuartos mantengamos cerrados o censurados, tendremos menos espacio para
movernos dentro de nuestra casa y estaremos viviendo con la limitación del
espacio y del desarrollo.
Cuando algo nos provoca
ansiedad, lo que sucede es que alguna situación externa, esta activando algo
que se encuentra en un cuarto que tenemos cerrado y bloqueado y esto que se
encuentra dentro del cuarto comienza a intentar salir golpeando la puerta.
Nosotros no deseamos que
esto salga a la luz, no deseamos que salga del cuarto, si lo hemos tenido
cerrado, censurado y bloqueado en un cuarto es precisamente porque no deseamos
que salga, no deseamos verlo, ni sentirlo.
Y en ese momento es
cuando se nos viene la ansiedad.
Para seguir con el
ejemplo de la ansiedad que nos provoca el saludar a alguien, vamos a suponer
que esta persona que nos provoca ansiedad saludarla, nos puede recordar a un
familiar muy cercano hacia el cual hemos guardado un sentimiento de enojo muy
profundo, pero a la vez no hemos querido reconocer este enojo, por lo tanto lo
hemos enviado al inconsciente, donde no nos percatamos de el.
Así pues, este enojo se
encuentra en un cuarto que hemos cerrado para no darnos cuenta de este enojo.
Al saludar a la persona que nos recuerda a nuestro familiar, este enojo
comienza a querer salir del cuarto y comienza a empujar y empujar para salir y
es en este momento donde la ansiedad se nos viene y aproxima.
En este ejemplo que
acabamos de mencionar, se manejó que un sentimiento de enojo muy bloqueado y
censurado por nosotros era lo que nos provocaba la ansiedad al momento en el
que intentaba salir.
Pero así como puede ser
un sentimiento de enojo, puede ser también algún deseo, algún impulso, o alguna
emoción.
Ahora que podemos tener
una idea mas clara sobre lo que ocurre dentro de nosotros cuando se nos viene
la ansiedad, podemos hacer un ejercicio propio que nos pueda ayudar a descubrir
qué es eso que nos provoca la ansiedad. El ser observadores de nuestra conducta
y saber diferenciar entre el miedo y la ansiedad, podrá ayudarnos a terminar
con la angustia que provoca, y por otro lado podrá ayudarnos a abrir mas
espacio dentro de nosotros mismos, por los cuales podremos movernos con mayor
libertad.
Con este ejercicio
podremos entonces acercarnos de manera voluntaria a esos cuartos que hemos
mantenido cerrados y bloqueados y comenzar a abrirlos poco a poco para comenzar
a ver qué es eso que hemos mantenido bloqueado y qué es lo que nos genera la
ansiedad.
Una vez que comencemos a
ver esto y comencemos a confrontarlo poco a poco, a verlo, a reconocerlo, a
asimilarlo, podremos ir logrando que lo que antes nos provocaba ansiedad se
vaya diluyendo y diluyendo, hasta que desaparezca y recuperaremos ese terreno
del cuarto para poder utilizarlo como mejor creamos que nos convenga.
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