martes, 1 de febrero de 2011

Flancos de Guerra

Puedo dominarte físicamente con o sin razón
pero sólo puedo derrotar tu mente con un razonamiento.
Proverbio japonés.

Las imágenes sobre el tema nos invaden desde distintos flancos:
El 28 de enero. Arriba a Zacatecas un contingente de la Policía Federal. De manera inmediata intensifica la coordinación con las fuerzas estatales,  especialmente en la región de los cañones, en los municipios de Juchipila, Apozol, Jalpa, Huanusco y Tabasco. Se da prioridad a tareas de vigilancia y prevención en las carreteras de la entidad y municipios, donde se tienen registros de mayor incidencia delictiva, por la presencia de grupos del crimen organizado.
Al norte: El Congreso de Estados Unidos en alerta por la violencia en México. Le preocupa las acciones del narco, como el “terrorismo doméstico”. Teme que la creciente inseguridad cruce la frontera estadunidense. Una investigación del Congreso detalla la violencia “sin precedente” generada por organizaciones de narcotráfico en México, la cual ahora exhibe una “brutalidad creciente”.
En la LXI legislatura: Diputados del PRI, PRD, PT y PVEM se suman a las peticiones de la UNAM y del IPN de corregir de inmediato la estrategia contra el crimen organizado. El gobierno está obligado a reflexionar en torno al "fracaso" de la lucha antinarco, dijo el diputado César Augusto Santiago. Es momento de que el sector académico y los especialistas sean escuchados. Diputados del PT, Pedro Vázquez, y del PVEM, Pablo Escudero, sostuvieron que “sería una señal de intolerancia del gobierno no atender las voces altamente reconocidas y se empeñe Felipe Calderón en fundamentar su estrategia, cuando el resultado son más de 35 mil muertos a la fecha.
El presidente de la Comisión Permanente del Congreso, Jorge Carlos Ramírez Marín,  advirtió sobre la necesidad de controlar el crecimiento de las adicciones. De no hacerlo, alertó, “encontraremos cada vez más grupos de narcotraficantes, no solamente de delincuencia organizada, sino que se convertirán en empleadores sustitutos del trabajo que debe proporcionar el gobierno y eso es muy delicado”.
Para México, desde Colombia: El ex presidente colombiano César Gaviria enlistó una serie de yerros del Estado mexicano, en la lucha contra el crimen organizado: “México no tiene elementos jurídicos para enfrentar la guerra contra el narcotráfico, inhibir el lavado de dinero y castigar el enriquecimiento ilícito, entre otros". Advirtió Gaviria que mientras EU no baje su nivel de consumo, el flujo de estupefacientes no va a parar.
En Centro América, anuncia el presidente Álvaro Colom que Guatemala, Honduras y El Salvador “integrarán grupo especial en contra de Los Zetas... Un Plan Mesoamericano de Seguridad y Justicia, con el apoyo y corresponsabilidad de Estados Unidos”, explicó. También pedirán apoyo a México para  instaurar un “Plan Regional”
Voces de expertos españoles y sudamericanos señalan que ante el considerable incremento de tráfico y consumo de las drogas y las actividades delictivas que en torno a ellas se generan, se observa una tendencia hacia la militarización y transnacionalización de los esfuerzos en materia de lucha, encabezada por el gran Imperio: Los Estados Unidos de América. Esta tendencia, busca legitimizar el empleo de la fuerza amparada bajo el manto de “Guerra contra las Drogas”, lo que facilita la intervención de las fuerzas armadas en las políticas internas, así como el restablecimiento de alianzas militares, abriendo las puertas a la presencia de los Estados Unidos en diferentes puntos o áreas estratégicas, de acuerdo a sus intereses, económicos y políticos, fundamentalmente. Aunque estas operaciones vayan acompañadas de violaciones a los derechos humanos, legislaciones represivas que atentan contra los derechos civiles, perpetuación de la cultura de impunidad, creación de nuevos cuerpos de seguridad y estructuras de inteligencia con escaso control democrático, entre otros.
No es gratuito este razonamiento. Los analistas mencionan que está lejos de toda casualidad que el tráfico de drogas haya crecido a nivel exponencial en México, cuando EU aplicó la estrategia de cerrar los flancos en el pacífico y Atlántico para obligar a los cárteles a pasar obligadamente por nuestro país. Decisión unilateral que afectó a todos los mexicanos. Si añadimos que están suministrando armas a estos grupos metadelictivos, cabe razón al decir que existe un plan de intervención que nos afectará aun más.
Quizá los más afectados de todo este fenómeno de inseguridad son los niños y jóvenes.  En los 4 años del sexenio de Felipe Calderón, tres mil adolescentes han sido detenidos por delitos de orden federal, tales como narcotráfico o secuestro. Al miedo le agregan la pobreza y falta de oportunidades. Buena parte de los problemas que enfrenta la niñez son de orden estructural, no tienen un proyecto de vida. En relación con la pobreza, 6 de cada 10 personas pobres en México son menores de 18 años, que “no tienen para donde hacerse”. El crimen organizado abusa de este sector social desprotegido y ejerce una nueva forma de explotación contra los adolescentes al utilizarlos en actividades ilícitas (recordemos el caso del llamado “niño sicario” Edgar, “El Ponchis”); se limitan a usarlos y terminan siendo desechables.
La guerra contra el crimen organizado ha tenido un alto costo en la vida de niñas, niños y adolescentes. Y lo más preocupante es la ausencia de datos oficiales para dimensionar el impacto en esta población y la impunidad en estos casos de violencia.
Se necesitan nuevas estrategias, es el común denominador. Pero que estas incluyan la responsabilidad de todos los actores del problema. Las estrategias deben comprender todos los niveles de prevención: fomento de factores protectores, refuerzo de potencialidades y fortalezas, fomento a la salud, a la  educación, al trabajo y las oportunidades. Responsabilizar a quienes, más que impedir el crimen organizado, lo avivan, controlan y consumen, caso explícito los Estados Unidos.
Esta gran tarea requiere del esfuerzo participativo del Estado, del apoyo social de todos los sectores de la comunidad, de instituciones, de profesionales de distintas disciplinas, pero sobre todo, de la aceptación de los grandes consumidores, que nos están obligando a entrar en su juego.

joseangel Rendón delatorre

No hay comentarios:

Publicar un comentario