viernes, 25 de mayo de 2012

pepegrama


¿El Compromiso 601?


En el segundo mes de campañas presidenciales parece que la ventaja que tuviera desde hace casi dos años el ex gobernador del Estado de México, actual candidato priista, Enrique Peña Nieto, no tiene vuelta de hoja. Sin embargo hay todavía algunos “prietitos en el arroz” que causan algunas dudas en el electorado, el indeciso, el sin-partido, los del voto útil –que son muchos- aun no saben en quien CONFIAR su voto.
Se ha hablado mucho, no solo por el adversario de EPN, Andrés Manuel López Obrador, que el político del copete es sólo un “títere” del innombrable. Cuando se le ha preguntado a Peña Nieto de su relación con el ex presidente Salinas de Gortari, el mexiquense aduce que tiene una relación como con cualquier otro ex presidente, podríamos decir de “sano alejamiento”.
Sin embargo, en un reportaje de la revista Proceso No. 1851, se hace mención de tres refuerzos de grandes ligas que vinieron al comité de campaña del candidato tricolor, luego de que regadas como la de “los tres libros”, “la prole”, “yo no soy la señora de la casa” hacían ver que la ventaja no estaba tan segura como pensaban. Los tres asesores de lujo, son nada menos que Pedro Aspe, José Córdoba Montoya y Santiago Levy, tres hombres fuertes nada menos que de Carlos Salinas de Gortari, que fueron imprescindibles en su sexenio.
En el apuntalamiento de la candidatura de Enrique Peña Nieto ante las muy limitadas capacidades políticas del candidato presidencial del PRI –dice el reportaje de Proceso-  tres tecnócratas salinistas operan como “cerebros” de su campaña. Se trata de Pedro Aspe, José Córdoba Montoya y Santiago Levy. El primero actúa como inspirador de la apertura total del sector energético; el segundo como promotor del fin de la representación proporcional, y el tercero como estratega en materia de política social. Peña Nieto deja claro así su “embelesamiento” con la tecnocracia, con el neoliberalismo que marcó el principio del fin del desastre económico de la nación.
Hoy, Aspe y Córdoba influyen en las principales propuestas de gobierno del candidato priista. Su trabajo consiste en convencer al empresariado para que apoye a Peña Nieto, pero sobre todo definen el tono ideológico del mexiquense que aspira a ser el presidente de los “compromisos cumplidos” y del “gobierno eficaz”. Esto deja muy en claro que el “Villano Favorito” creador de grandes tragedias como “el error de diciembre” y el Fobaproa, tiene las manos muy metidas en la campaña del candidato tricolor.
En este tenor, ¿Qué pasará entonces con el futuro de la silla presidencial?

Es la verdad, no es un mito
el futuro ya está escrito:
Peña Nieto va a ganar
pero no va a gobernar



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