viernes, 31 de agosto de 2012

Humor para Llorar




De Pepito
El marido llega a casa sin avisar, y la esposa tiene que esconder a su amante, así que lo mete en el armario. Una vez allí, el sancho se queda de piedra cuando oye una voz a su lado que le dice: 
Esta oscuro esto, eh? 
Y entonces se da cuenta de que es Pepito, el hijo, que estaba escondido en el armario mirando mientras echaba el acostón con la madre. 
Cállate... 
Creo que voy a estornudar. 
No, por favor... 
Me darás un poco de dinero? 
Si, toma mil pesos, pero cállate. 
Oye, de verdad que tengo unas ganas enormes de estornudar. 
Uy que Pepito, anda toma la cartera... 
 Sale, ya se me han pasado las ganas. 
Total, que Pepito se compra una bicicleta esa misma tarde. Su madre se encabrita, claro, pero como el niño no suelta prenda, le manda a que vaya a confesarse. Obviamente, Pepito no está demasiado acostumbrado a los confesionarios, así que cuando le llega su turno, lo primero que hace es decir: 
Esta oscuro esto, ¿eh? 
Pepito, no empieces otra vez. 

En la clase de Español la maestra le pregunta a Pepito: 
Pepito, en la oración: "María está disfrutando"... ¿Dónde está el sujeto? 
Muy fácil maestra, ¡Pues encima de ella! 

Pepito a su madre embarazada: 
A los tres meses: Oye mamá, ¿Por qué tienes la barriga hinchada? 
Su mamá: (sin saber como explicar lo del sexo) No te preocupes hijo, es sólo un aire que tengo atravesado en el estómago. 
Pepito, no convencido se larga de allí. 
A los seis meses:
 Mamá, ¿por qué te está creciendo más la barriga? 
Su mamá: por la misma razón que te dije antes hijo, son aires estomacales. 
Jaimito definitivamente no cree en ese cuento pero se va. 
— A los nueve meses: ¿Y ahora que te pasó? 
Su mamá: Ya te dicho antes la razón, pero ya hoy se solucionará. 
Luego del parto de la madre, Pepito entra a la enfermería a conocer a su nuevo hermanito, lo ve y dice: 
— ¡Hola, pedo! 

La maestra pregunta a Pepito 
 ¿Como mato David a Goliat? 
 Con una moto 
 ¿Como con una moto? Será con una honda 
 ¡Ahhh! Pero ¿quería usted la marca? 


Pepito recibió un loro por su cumpleaños; ya era un loro adulto, con una muy mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decía estaba adornada por alguna palabrota, así como siempre de muy mal genio. 
Pepito trató desde el primer día de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música suave y siempre lo trataba con mucho cariño. 
Llegó un día en que Pepito perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aun, hasta que en un momento de desesperación, Pepito puso al loro en el congelador. 
Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que causaba en el compartimento, hasta que de pronto todo fue silencio. 
Luego de un rato, Pepito arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dio un paso al hombro de Pepito y dijo:
  Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud. Te pido me disculpes y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento. 
Pepito estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y estaba a punto de preguntarle que es lo que lo había hecho cambiar de esa manera, cuando el loro continuó: 
 Te puedo preguntar… ¿que fue lo que hizo el pollo? 

Esta era una tortuguita que se subía a un árbol, se asomaba a una rama, y luego se tiraba de cabeza al suelo. 
La pobre tortuguita se hacía mierda en el suelo, pero se levantaba, limpiaba su caparazón y volvía al intento, se subía al árbol iba a la rama y se lanzaba, para sacarse nuevamente cresta y media. 
Así siguió la pobre tortuguita durante mucho rato, y un par de palomas que la miraba con aire ‘paternal’ se dicen: 
 Oye querido, ¿y si le decimos que es adoptada? 


Humor con moraleja
Un perro se pierde de su amo y comienza a vagar por la selva. 
En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. 
Al ver que la pantera sin duda se lo va a comer, piensa rápido qué hacer. 
Ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos. 
Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice en voz alta 
 ¡Ah! ¡Qué rica pantera me acabo de comer! 
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: 
“Quien sabe que animal será ese, no me vaya a comer a mí también” 
Un mono que estaba trepado en un árbol cercano, que había visto y oído la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle como la engañó el perrito. 
 Cómo serás de estúpida, esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro. 
El perrito alcanza a escuchar al mono 
Después que el mono le cuenta la historia de lo que vio, la pantera, muy molesta, le dice al mono: 
 Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver quién se come a quién. 
Y salen corriendo a buscar al perrito. 
El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera y esta vez con el mono alcahuete.
¿Y ahora que hago?, piensa asustado el perrito. 
Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y cuando la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito grita: 
 Mono hijo de *&#$”!, hace media hora que lo mandé a traerme otra pantera, y aun no aparece...! 

MORALEJA: 
Procura ser tan imaginativo como el perro. 
Evita ser tan estúpido como la pantera. 
Pero nunca tan hijo de *&#$” como el alcahuete del mono.

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