lunes, 20 de febrero de 2012

El boom de la furia de Stieg Larsson


Tres libros, tres películas -y las que vienen- han marcado la enorme intensidad de un fenómeno literario y cinematográfico alrededor de un periodista y escritor sueco. El boom de Stieg Larsson y sus tres novelas: Los hombres que odiaban a las mujeres, La Niña que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La princesa del castillo de las corrientes de aire (o del avispero) que llevan ya más de 150 millones de copias vendidas y descargadas, y una gran audiencia en las películas suecas, sobre todo en Europa, ha dado mucho de qué hablar.
Lo que hay detrás de la trilogía Millennium (como son llamados los tres libros de Larsson) inicia nada menos que con la muerte del autor, quien jamás pudo ver publicada su obra. Karl Stig-Erland Larsson conocido simplemente como Stieg Larsson (Skelleftehamn, provincia de Västerbotten, 15 de agosto de 1954 - Estocolmo, 9 de noviembre de 2004) fue un periodista y escritor sueco que saltó a la fama tras su muerte, con la publicación de esta trilogía de novelas policiacas: Millennium.
Larsson era un periodista muy trabajador, así como un fumador compulsivo (consumía tres paquetes de tabaco al día), bebedor asiduo de café, fuerte padecedor de insomnio y amante de la comida basura. Su corazón acabó afectado por este modo de vida y falleció de un infarto hora y media después de ser trasladado al hospital, muy cercano a la redacción de Expo -la revista que dirigía- tras haber subido andando (debido a avería del ascensor) los siete pisos que llevan a su departamento, y manifestar que se encontraba mal.

 

La saga Millennium

Larsson comenzó a escribir novelas policíacas por las noches, como diversión, en el año 2001. En un primer momento, se planteó los personajes de Lisbeth Salander la ciber investigadora y a contrapunto creó a otro personaje más equilibrado, el periodista de investigación Mikael Blomkvist. A partir de ahí creó el resto de los personajes de la denominada saga Millennium, por el nombre de la revista en que trabaja Blomkvist. Cuando finalizó el segundo volumen de la saga, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, teniendo el diseño de la trama del tercero cerrado, pasó su manuscrito a un amigo editor.
Falleció en 2004, a los 50 años, de un ataque al corazón, días después de haber entregado a su editor el tercer volumen de la saga, La reina en el palacio de las corrientes de aire, y poco antes de que se publicara el primero (Los hombres que no amaban a las mujeres). No llegó a ver publicada la obra que le llevaría a la fama, y su temprana muerte truncó el plan de continuar la saga.
Hay opiniones encontradas sobre la obra literaria de Larsson:
Una página web francesa muy influyente (www.evene.fr) calificó a Larsson de «figura legendaria, cuyo extraordinario genio ha creado una de las obras literarias más importantes del siglo XXI... Las tres novelas constituyen un auténtico fresco de la sociedad moderna que no puede compararse a lo que ningún escritor de novela criminal ha hecho nunca antes.». Sin embargo, la novelista de misterio Donna Leon afirmó que en Millennium sólo hay maldad e injusticia. Según el Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, Suecia aparece en estas novelas, como "una sucursal del infierno, donde los jueces prevarican, los psiquiatras torturan, los policías y espías delinquen, los políticos mienten, los empresarios estafan, y las instituciones en general parecen presa de una pandemia de corrupción". Hay fallos estructurales y su estilo no es el mejor, pese a lo cual el novelista peruano afirma que esta obra perdurará porque se trata de ficción de la más amena, con unos personajes perfectamente definidos, que, según él, es lo que importa.
Stieg Larsson estaba muy familiarizado las obras de Elizabeth George y Walters Minette. Él sabía los ingredientes que una buena historia de detectives debe tener y la imprimió en sus tres obras.
Los hombres que no amaban a las mujeres. Henrik Vanger recibe cada primero de noviembre extrañas y anónimas flores prensadas desde los puntos más recónditos del mundo. Era el regalo que solía hacerle su querida sobrina, desaparecida cuarenta años atrás. Mikael Blomkvist, redactor de la revista Millennium, dedicada a destapar oscuras tramas financieras, recibe el encargo de Vanger de retomar una investigación ya cerrada por la policía.
Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lisbeth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades como su memoria fotográfica y su destreza informática. La novela es crónica de la guerra interna de una familia, una historia de amor entre la que será la pareja más memorable de la literatura criminal.
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Lisbeth Salander trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación.
Mikael Blomkvist, vive buenos momentos en Millennium. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este.
Las vidas de nuestros dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.
La reina en el palacio de las corrientes de aire. Lisbeth estáen el hospital, con una bala en el cerebro. Le esperan semanas de confinamiento en el mismo centro donde un paciente muy peligroso sigue acechándola: Alexander Zalachenko, Zala. Desde la cama del hospital, y pese a su gravísimo estado, Lisbeth hace esfuerzos sobrehumanos para mantenerse alerta, porque sabe que sus impresionantes habilidades informáticas van a ser, una vez más, su mejor defensa.
Mikael se siente muy solo. Quizás Lisbeth le haya apartado de su vida, pero a medida que sus investigaciones avanzan y las oscuras razones que están tras el complot contra Salander van tomando forma, Mikael sabe que no puede dejar en manos de la Justicia y del Estado la vida y la libertad de Lisbeth. Pesan sobre ella durísimas acusaciones que hacen que la policía mantenga la orden de aislamiento, así que Kalle Blomkvist tendrá que ingeniárselas para llegar hasta ella, ayudarla, incluso a su pesar, y hacerle saber que sigue allí, a su lado, para siempre.

Los Filmes
En 2009 se estrenó una adaptación cinematográfica de la primera novela de la saga, dirigida por Niels Arden Oplev con los actores suecos Michael Nyqvist y Noomi Rapace en los papeles protagonistas. La película, de más de dos horas de duración, se estrenó el 27 de febrero de 2009 en Suecia y Dinamarca. La primera película, que ha cosechado un notable éxito de taquilla, ha propiciado el estreno de la segunda y la tercera, adaptaciones de las novelas La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire, adaptaciones dirigidas por Daniel Alfredson, con los actores suecos repitiendo como protagonistas.
La versión Hollywood se estrenó apenas este 13 de enero 2012 con el nombre de La chica con el tatuaje de Dragón. Columbia Pictures compró los derechos para hacer la versión americana de las películas de Millennium. El director de las cintas es David Fincher (Fight Club, Seven) y los actores principales Daniel Craig (el nuevo Bond) y la incipiente Rooney Mara. Con una visión más lineal y -diría yo- lenta que las versiones europeas.

Stieg Larsson planeaba escribir 10 novelas en la saga Millennium. El lado menos conocido de Stieg Larsson es quizás aquel que él mismo retrató, Larsson, como Mikael Blomkvist, también fue un periodista comprometido contra el avance del fascismo, la islamofobia y la intolerancia. De ahí la gran furia que imprimió en sus tres novelas.
Stieg no dejó testamento por escrito. Los derechos de Millennium están en pugna entre su padre y hermano, y su compeñera por 15 años Eva Gabrielsson, quien se quedó sin nada, pero conserva el manuscrito de la cuarta parte en la computadora que le perteneció a Larsson.
Tanto las novelas de Steig Larsson, como su vida de periodista, tienen una mezcla de terror, misterio, historia de detectives, sobre relaciones humanas tan realista que pone los pelos de punta. 

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