En el pasado informe de actividades del Gobernador Zacatecano, Miguel Alonso Reyes, hubo una larga lista de grandes invitados que lo acompañaron en la presentación, pero también hubo algunos ausentes, entre ellos, los más notados, los ex gobernadores anteriores Ricardo Monreal Ávila y Amalia García Medina. Del primero nadie habló, pasó desapercibido. De la segunda, si bien no la oímos mencionar, sí nos estuvimos acordando de ella, cuando se mencionaba cómo se recibió el estado hace doce meses y la titánica labor que se ha tenido que realizar para ir corrigiendo las malas situaciones heredadas, que en muchos rubros afectan a toda la población de nuestro estado.
El tema de la inseguridad es lo que más ha afectado a Zacatecas. Miguel Alonso hizo ver en su primer informe que se dejaron de hacer muchas cosas a tiempo, se dejó de trabajar para prevenir circunstancias y situaciones que ahora se han convertido en grandes problemas. Es afrentoso saber que se recibió un estado con tan solo ¡214 policías estatales! para cuidar a un millón y medio de zacatecanos, algo irrisorio; además, estos 214 elementos no contaban con capacitación suficiente, ni equipamiento ni salario adecuado, algo que nos habla de un gran descuido en este renglón por la gran ausente, la que no ha respondido a ninguna de las cuestiones que se le han requerido.
En cuanto a los adeudos, Zacatecas heredó una deuda cercana a los 3 mil millones de pesos, más un pago obligado de la Ciudad Gobierno , por cuya obra, no concluida, se debe pagar un millón de dólares mensuales por los próximos 22 años. Eso ha afectado durísimo las finanzas del estado, así como la posibilidad de recuperar los rezagos dejados por la mandataria anterior. Fue necesario conseguir un rescate financiero para poder invertir en seguridad, y para sanear las finanzas de nuestra entidad.
Zacatecas ha tenido que vivir en los últimos casi 12 meses una situación muy complicada en materia económica. Otro ejemplo es la nómina que creció de manera exagerada, más de 1 mil 500 trabajadores se agregaron en los seis años de ¡Ah Malita! No nos extraña entonces, que se trate de hacer justicia con lo que se realizó inadecuadamente, realizando investigaciones al respecto, las cuales, con artimañas legales, la ex gobernadora ha aplazado para que los resultados no le impidan contender por la jefatura de gobierno a la que aspira suspira y por ningún motivo se retira. La justicia, así como la recuperación del estado tardarán.
La gran ausente se siente una perseguida por la actual administración, pero, reitero, no ha podido explicar por qué dejó así las arcas, la administración, la seguridad y el campo en una situación tan degradante.
¿Dónde está la gran ausente?
Huyó como criminal
No quiere decir de frente
Por qué nos dejó tan mal
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