domingo, 23 de octubre de 2011

TVemos: La Pelea del Pentaplay



De todos es conocida la guerra que se ha fraguado entre los grandes de las industrias de comunicación en México, como Carlos Slim y el duopolio Televisa-TV Azteca, de Azcárraga y Salinas, pero hay muchos detalles de este enfrentamiento que no son del todo conocidos e involucran Monopolio y lucha de poder.
Round 1: las dos televisoras abiertas cerraron sus espacios publicitarios a Telmex-Telcel, arguyendo que el cobro por señal de telefonía celular –que monopoliza Slim– era demasiado alto para generar una competencia en el negocio de los móviles (lo cual era cierto). Este movimiento tenía trasfondo, ya que Slim estaba invirtiendo en televisión de paga para completar el triple play de servicios.
Round 2: Triple Play es ofrecer tres servicios en uno: telefonía fija, Internet y televisión por cable; en los dos primeros, Slim era el líder, en el tercero, estaba abriendo inversiones, lo cual era un peligro para los dueños de la TV.
Round 3: Para bajar el dominio de Telcel, Azcárraga y Salinas –enemigos de negocios naturales– se asocian para reforzar su influencia en telefonía celular, repartiéndose Iusacell al 50-50. Además de eliminar de sus pantallas las campañas publicitarias de Telmex y Telcel para así aumentar los suscriptores de Cablevisión, Cablemás y Totalplay; esta estrategia parecía que disminuiría la influencia de Slim. La guerra ya se llamaba Cuádruple Play.
Round 4: En los próximos dos años, nadie ve cómo Las campañas publicitarias del mexicano más rico (oficialmente) regresen a las pantallas de Televisa y TV Azteca, empresas que trabajan a marchas forzadas para crear una red nacional que compita en la venta de cuádruple play (telefonía fija, telefonía celular, televisión de paga e Internet) contra Telmex y Telcel, que mantienen su dominio en triple play (no ofrecen todavía televisión de paga, lo que se les podría autorizar en cualquier momento). Aunque, las televisoras aún no tienen cobertura nacional en celulares y telefonía fija. Siguen perdiendo en ese rubro.
Round 5: la batalla ya llegó al grado de Pentaplay: a los servicios pagados de televisión por cable, telefonía fija, telefonía celular e Internet, se agrega la televisión abierta, que en el corto plazo podría dejar de ser un duopolio, para convertirse en una competencia verdadera.
El Réferi (o sea las autoridades federales que regulan las actividades de los medios electrónicos) también está actuando en esta pelea:
Cofetel, la oficina gubernamental encargada de definir las tarifas de interconexión. Ya fijo en 39 centavos el cobro del servicio de líneas de celular. ¡Golpe a Slim en la zona hepática!
También Cofetel realiza el trámite para otorgar, refrendar o revocar concesiones de radio, televisión y telecomunicaciones, para lo que requiere la firma del visto bueno final del Secretario de Comunicaciones. ¿Qué significa esto? Un durísimo golpe para los socio-enemigos Azcárraga-Salinas.
El gobierno encabezado por Felipe Calderón intentará otorgar permiso para una tercera cadena de televisión que compita con Televisa y Azteca. El séptimo canal con cobertura nacional vía televisión abierta, competiría en igualdad de circunstancias con los canales 2, 5, 7, 9, 11 y 13. La nueva licencia deberá de licitarse, para lo cual ya se escuchan dos grandes nombres de postores: Grupo MVS y Slim.
Al llegar esa nueva opción, los dueños de las televisoras abiertas ya no tendrían el control para que Telmex-Telcel aparezcan en la publicidad nacional, sin contar que la venta de publicidad, tan acaparada por los duopolistas, se empezaría a repartir entre 3.
Ambos bandos siguen haciendo el esfuerzo por competir en los 5 servicios del pentaplay, para ganarse al público consumidor mexicano.
Televisa se ha lanzado a construir una red nacional de televisión de paga que le permita competir con Telmex en todos los estados y ciudades del país. Azcárraga Jean compró Cablemás y Cablevisión de Monterrey. Por supuesto, tendrá que adquirir más sistemas de televisión de paga, no tiene opción, debe ir por la cobertura nacional más completa posible.
La competencia se está dando. Esto, manejado de manera legal, sin trampas políticas ni financieras, es una buena idea. Está comprobado que los mercados crecen más cuando se animan más, cuando hay más competidores, cuando hay más compradores y cuando hay más publicidad. Porque cuando hay menos, el monopolio inhibe la calidad de contenidos y los costos son exagerados… ups, como está ocurriendo ahora. Esperemos que el ganador de esta competencia sea el mexicano, que pueda disfrutar mejores contenidos y pagar menos por los servicios.

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