jueves, 25 de octubre de 2012

Cronósfera


La Telenovela de Juan Mendoza
“Los ricos (diputados locales con aspiraciones a pre precandidatos) también lloran (por un hueso)”

Joseangel Rendón Delatorre

Octubre zacatecano se está volviendo un mes de increíbles espectáculos artísticos, culturales y sobre todo… histriónicos. Ya se hizo costumbre pasear por el centro, salir de la cineteca, luego de disfrutar una película del ciclo de cine Francés y/o Alemán, escuchar la narrativa oral como eco de nuestras plazuelas, maravillarse con el esplendor del teatro de calle, visitar las múltiples exposiciones de artistas plásticos en museos y galerías… vamos, hasta en el Congreso del Estado se presentan espectáculos interesantes de vez en cuando.
Caso concreto, lo que el mismo Juan Mendoza, diputado perredista, nombró la “Telenovela”, que parece tuvo un fin inesperado para el congresista local.
La cosa estuvo así: El martes 25 de septiembre, el diputado del PRD Juan Mendoza realizó en la tribuna de la sexagésima Legislatura, una conjeturada denuncia sobre la adquisición de bienes inmuebles, supuestamente realizada por Miguel Alonso Reyes durante los dos últimos años, para lo cual, solamente mostró ante sus compañeros de curul un par de fotografías. En la misma sesión, la cual pueden consultar en www.congresozac.gob.mx, el priista José Olvera Acevedo exhortó al riograndense que para cualquier acusación fuera presentada con pruebas, no meras fotos sueltas.
La cosa no acabó ahí, como nuevo capítulo de la “Telenovela” de Juan Mendoza, el día 3 de octubre convocó, junto con sus compañeros del sol azteca y la petista Geovanna Bañuelos, a una conferencia de prensa en el vestíbulo del mismo edificio del Congreso del Estado; presentando en esta ocasión, aparte del par de fotos sueltas, una copia fotostática de un documento notarial que asienta la compra que realizó Miguel Alonso Reyes de un predio en la ex Hacienda de Malpaso en Villanueva, Zacatecas.
Documento que posteriormente se descubrió que estaba alterado.
Hubo respuesta a las acusaciones, Juan Carlos Lozano, líder estatal del PRI, lamentó la forma irresponsable en la que actuó el diputado; declaró que Juan Mendoza solo intenta perjudicar la imagen del gobernador, al presentar documentos alterados como “pruebas”.
El procurador Arturo Nahle declaró que Mendoza falsificó el documento que el notario Daniel Infante envió al ayuntamiento de Villanueva para notificar que Alonso había comprado a Irma Valerio un predio rural en Malpaso.
A partir de la “denuncia pública” de Mendoza, la Procuraduría inició dos investigaciones: Primero, reunió todas las declaraciones patrimoniales de Alonso Reyes, a partir de 1998, cuando fue secretario de Ricardo Monreal. Se concluyó que el ahorro bancario del gobernador, sin dependientes económicos, ha variado en la misma proporción de las adquisiciones de inmuebles. O sea, no hay enriquecimiento ilícito. En la segunda parte de la investigación, se comprobó que el documento presentado por Juan Mendoza ante los medios de comunicación, tenía borrados algunos renglones.
El procurador Nahle presentó acusación ante un juez contra su paisano el diputado Mendoza, pero no solicitará al Congreso local juicio de procedencia para despojar del fuero constitucional al perredista. Nahle esperará, con la orden de aprehensión en la mano, a que Mendoza deje de ser diputado. Entonces lo llamará a cuentas. Fin de la telenovela.
Pero queda algo en el aire.
El diputado Juan Mendoza actuó con dolo al alterar el documento descrito, pero no sólo eso, en la conferencia de prensa del pasado 3 de octubre en la cámara de diputados, el riograndense intentó burlarse de los medios de comunicación, mostrándoles una copia fotostática mutilada como prueba fidedigna y especulando… cuando el comunicador Héctor Alvarado le preguntó por el importe de la transacción descrita en la fotocopia, Juan Mendoza declaró: “Pues aquí no dice, (lo había borrado) pero según el importe de los honorarios del notario, debió haber costado unos cuatro millones y medio”. Ahí estuvo el engaño. El diputado trató de usar a los reporteros de la fuente para dar un golpe mediático con tintes de escándalo en contra del Gobernador del Estado; en el documento original se asienta que la compra fue por un millón ochocientos mil pesos, Juan Mendoza lo sabía, pero lo ocultó a la prensa para exagerar la nota y hacer su “acusación” más telenovelesca. Intento de engaño vil a quienes realizan una labor informativa.
Tratar de burlarse de esa forma de los medios de comunicación, Señor Mendoza, tiene consecuencias, que van más allá del fuero. Su credibilidad a partir de ese día, ante cualquier acusación, ante cualquier declaración, es CERO... y sus aspiraciones, cualesquiera que hayan sido al mostrar tales falsedades, también.
 Queda la alerta también para el departamento de comunicación social de la LX legislatura, que así como impidieron recientemente a los medios de comunicación ingresar al salón de plenos, para que los diputados pudieran trabajar mejor, tiene también la responsabilidad de exigir a todos los convocantes a ruedas de prensa en el edificio, del partido que sean, de presentar pruebas fidedignas, tales como documentos certificados ante notarios, y no usar la Cámara como instrumento para intenciones políticas personales.

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