sábado, 1 de diciembre de 2012

Cinefilia


Hay buen cine mexicano.

El Festival Internacional de Cine de Morelia trajo muchas nuevas propuestas para el cine mexicano. Las actividades de este evento fílmico, realizado del sábado 3 al domingo 11 de noviembre, lo han caracterizado por reunir lo mejor del cine nacional y extranjero, además de abrir espacio a nuevas propuestas en diversas categorías. Entre ellos destacó la película “No quiero dormir sola”, de Natalia Beristain, que se ubicó como mejor largometraje de la décima edición de este festival.
La cinta, protagonizada por Adriana Roel y Mariana Gajá, trata sobre una actriz de la tercera edad y su nieta, una joven cuya vida cambia radicalmente al ver que su abuela se deteriora físicamente.
Otra ganadora fue “I hate love”, de Humberto Hinojosa, que obtuvo el premio del público; además de Pedro González Rubio, quien obtuvo el premio al Mejor documental mexicano con “Inori”.
Cineastas nacionales aprovecharon la décima reunión del FICM para proyectar sus cintas recientes, como Luis Mandoki y su cinta "La precoz y breve vida de Sabina Rivas", se pudieron observar nuevas propuestas nacionales, como "Fogo", de Yulene Olaizola; "Las lágrimas", de Pablo Delgado Sánchez; "Post Tenebras Lux", de Carlos Reygadas; "Halley", de Sebatian Hofmann; "Restos", de Alfonso Pineda; y "Tlatelolco, verano del 68", de Carlos Bolado, entre otras.
Una de las proyecciones más esperadas fue "El Santos contra la tetona Mendoza", de Alejandro Lozano, que en la muestra estuvo acompañado por los creadores de la tira, Jis y Trino; así como por Daniel Giménez Cacho, quien da voz al Santos.
Otros ganadores de esta décima edición fueron “Pueblo silente”, de Adrián Alfonso González Camargo, que ganó el Concurso Michoacano de Guión de Cortometraje; “Epilepsia”, de Salvador Tinajero Ponce, ganó en la Sección Michoacana; “Para armar un helicóptero”, de Izabel Acevedo, obtuvo el premio al Mejor Cortometraje de Ficción; “Las tardes de Tintico”, de Alejandro García Caballero, se mereció el premio al Mejor Cortometraje de Animación; y “Paradero norte”, de Daniel Ulacia, ganó como el Mejor Cortometraje Documental.

La vida precoz y breve de Sabina Rivas” representa el regreso a la ficción del director Luis Mandoki, director de “Cuando un hombre ama a una mujer” y “Ojos de ángel”. Esta cinta aborda la vida de dos jóvenes hondureños que viven una relación amorosa, pero tienen que separarse y volverse a encontrar en la frontera de México con Guatemala en una travesía por llegar a los Estados Unidos en busca de una vida mejor.
El filme está basado en la novela “La mara”, de Rafael Ramírez Heredia, bajo la producción de Abraham Zabludovsky. El argumento de la cinta, el cual es muy fuerte, por el realismo que Mandoki le imprime al filme, abordando de una manera muy íntima la vida de una niña de 16 años que tiene una gran carga emocional, pero al mismo tiempo sigue manteniendo la esperanza.
“La vida precoz y breve de Sabina Rivas” muestra el tema de la migración, pero no de México hacia Estados Unidos, sino de los países del sur hacia México y todos sus riesgos.

 “I Hate Love”, un tributo al amor adolescente. Humberto Hinojosa Ozcáriz, que debutó  en 2009 con “Oveja negra”, vuelve con “I Hate Love”, otra historia juvenil pero enfocada por completo en el amor y sus múltiples vicisitudes, cinta protagonizada por la estadounidense Diane Rosser y el mexicano Christian Vázquez, donde también actúan Miriana Moro, Rodrigo Azuela, Diego Cataño y Miguel Rodarte, quien tiene una participación especial.
La cinta muestra la historia de “Rodrigo”, quien queda sordo tras haber sido arrastrado por el mar. Al poco tiempo se enamora de “Eve”, una chica extranjera que llega México luego de salir de un centro de rehabilitación ante dos intentos de suicidio.
Con la limitante del idioma, se enamoran en medio de varias dificultades que dan un toque cómico y dramático a la trama, siempre con la complicidad entre amigos y los problemas que éstos puedan tener. Cuando “Rodrigo” está con “Eve”, literalmente siente que puede volver a escuchar.
“I Hate Love”, fue filmada en locaciones del Distrito Federal y Guerrero. Tiene planeado su estreno comercial para mediados de 2013. Mientras tanto seguirá su recorrido por varios festivales de cine.

 “Las lágrimas”: Improvisación fílmica. En la realización de este filme no había un guión tradicional, sólo un ‘cuento-escaleta’ donde no había diálogos escritos; únicamente con un principio y un final establecidos, la improvisación definió esta historia.
“Las lágrimas”, trabajo de titulación para egresar del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) del mexicano Pablo Delgado, narra la historia de Fernando (Fernando Álvarez) y Gabriel (Gabriel Santoyo), hermanos que tras la ruptura matrimonial de sus padres viven una depresión de forma particular.
El primero lidia con sus demonios internos a través del alcohol; el otro, un niño de nueve años, enfrenta la falta de atención de su madre (Claudette Mallé), sumida en la tristeza ante el abandono del esposo. Así, ambos emprenden una especie de campamento en medio del bosque, donde les esperan situaciones sentimentalmente dolorosas.

 “Halley” se engancha a su propia humanidad
Confrontar al ser humano con la mortalidad, haciéndole ver que puede ser un muerto viviente en el sentido metafórico, ha sido el objetivo de Sebastián Hofmann al presentar la cinta “Halley.
El filme narra la historia de “Beto” (Alberto Trujillo), un hombre solitario y sin familia que trabaja como guardia de seguridad en un gimnasio de la Ciudad de México, y padece una extraña enfermedad degenerativa que le ha provocado heridas graves en su cuerpo —algunas de ellas incluso en estado de necrosis— relegándolo a una rutina en la que agujas, sueros y gasas se han vuelto una prioridad para controlar el padecimiento y así aferrarse a la vida.
 “Halley”, calificada como una cinta claustrofóbica por haber sido filmada mayormente en interiores, el Metro de la Ciudad de México, en una congregación cristiana de enfermos, y hasta en la funeraria de una familia en la colonia Doctores, tiene planeado su estreno comercial para marzo del próximo año.

“NO”: Gael nos da un pedazo de la historia chilena.
El chileno Pablo Larraín presentó su más reciente propuesta cinematográfica, “NO”, con Gael García Bernal, situada en los años posteriores a la caída de Salvador Allende en Chile, tema al que el cine de este país sudamericano ha ofrecido una diversidad de intentos por encontrar la verdad. 
La cinta aborda los cambios que se dieron a partir de que en 1988, cuando el pueblo chileno se manifestó durante un plebiscito que pedía el retiro de la presidencia del feroz dictador, quien está registrado como el principal responsable que acabó con la esperanza del cambio pacífico que proponía el presidente Allende.
 “NO”, es un trabajo de recreación documental, no intenta copiar a ningún cineasta francés, sea Chris Marker o Jean-Luc Godard. Gael García Bernal es un publicista que ha vivido exiliado en México y que regresa a Chile para orquestar la campaña para conseguir los votos suficientes de la ciudadanía chilena, para gritarle un rotundo “NO”, al dictador y comenzar otra etapa en su historia.



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